martes, 21 de octubre de 2014

Principios de Proporcionalidad

Un relato un poco más largo que publiqué hace años en algunas revistas digitales. Mi intención al escribirlo fue mostrar mi extrañeza por lo difícil que parece a veces ver lo más evidente, pero no estoy seguro de haber elegido el mejor medio para trasmitir esa idea. En fin, espero que nadie se mida las orejas después de leerlo, o al menos, si lo hace, que no se lleve una decepción.  

Bernardo Cifuentes tenía el pito pequeño y cara de pocos amigos. Lo de la cara era notorio, cualquiera por la calle podía verlo. Lo del pito no tanto, solo los que íbamos al gimnasio con él y algunos familiares cercanos podíamos saberlo, aunque, claro, no se puede decir que, al menos nosotros, lo mantuviéramos muy en secreto.